SALLE POLYVALENTE DE PLUMERGAT BY STUDIO 02




Esta sala polivalente propuesta cuestiona los principios fundadores de la propuesta de arquitectura tradicional . Toda construcción es generalmente el resultado de una contribución de los materiales, la adición de material en un sitio determinado Este edificio, sin embargo, genera un efecto contrario: que da la impresión de naciendo de una resta, de una reducción. Del mismo modo un cantero considerando el bloque de granito colocado delante de él, este volumen rectangular inicial parece haber sido tallado, hueco, torcido, aplanado, agudo ... para lograr la más justa la forma. Eso Es decir, si el tratamiento del suelo y los cimientos es de suma importancia aquí. El volumen se recoge en relación con el nivel del terreno natural a la sala encaja mejor en el horizonte de los edificios cercanos y proporciona una abertura para la sala de planta baja en el jardín hundido. La atención a la facilidad de movimiento que se introduce en la etapa de diseño de la planta , accesible a personas con movilidad reducida (PMR) con un conjunto de rampas interiores. El material que ha surgido de este proyecto es el hormigón blanco con efecto de luz amplifica los ángulos de luz y volúmenes. Para el vestido jugó el alto volumen, diseñador Joran Briand diseñado una tela metálica estilizar uno de los símbolos del Reino: el armiño. . Fuente de Studio 02 Ubicación: Plumergat, Francia Arquitectos:Estudio 02 Socios: Joran Briand estudio / Astec / DPAC / Serdb Asistente Cliente: EADM Area: 740 m2 SU Presupuesto: € 1.240.000 HT Año: 2014Cliente: Ciudad de Plumergat Fotografías: Luc Boegly









Casa G493: austeridad y mesura sobre el llano en Santa Fe


La Casa G493 fue una de las quince obras seleccionadas para el Panorama de Obras de la BIAU 2014, una vivienda unifamiliar de uso temporario ubicado en un típico lote de barrio cerrado en la localidad de Funes, provincia de Santa Fe. El proyecto de la arquitecta Ana Lina Klotzman se desarrolla sobre una planta de base casi cuadrada, de 17 por 17 metros, con un movimiento en el muro del frente que amplía la separación de la vivienda con la calle y acentúa la perspectiva de acceso.  “La preocupación central del proyecto –puntualiza la autora– fue conservar la intimidad visual respecto de los espacios comunes, al mismo tiempo que apreciar el paisaje natural. Poder ver sin ser visto, incorporando toda la dimensión del espacio abierto sin sentirse expuesto”.

La estructura se organiza en una cuadrícula de vigas invertidas que dejan el cielo raso de hormigón liso, para favorecer la continuidad espacial y la relación limpia con el exterior. Dentro de la trama, se suceden dos operaciones. Una, de sustracción de vacíos, para incorporar el patio y la perforación de galería; y otra, de adición de volúmenes que ocultan infraestructuras. “El hormigón –detalla Klotzman– que funciona como estructura y cerramiento a la vez, se combina con la nobleza del ladrillo visto. Así cumplimos con la demanda de un bajo costo de mantenimiento”.  En el mismo sentido de economía, sólo dos muros contienen todas las instalaciones sanitarias de la vivienda, disminuyendo recorridos y facilitando su mantenimiento. Sobre estos muros es donde se adosan los volúmenes que contienen la infraestructura sanitaria y de climatización artificial.
La autora explica que tomó la decisión de no cerrar todo el lote propio sobre el Este de la vivienda para incorporar la dimensión del espacio circundante y, de esta manera, suavizar la escala de lo construido, poner en valor la distancia y el llano caracterizadores del paisaje local.  Según la proyectista, los espacios internos “son una continuación de la simpleza que caracteriza el diseño exterior”. De hormigón visto, los cielo rasos están a 2,60 metros de altura, en forma coincidente con el borde inferior de las vigas invertidas. Los muros terminados en yeso están pintados en color blanco, en tanto que los pisos de porcelanato claro mantienen en la galería el mismo formato y color, pero con textura rugosa.
Todas las aberturas exteriores e interiores van de piso a techo, favoreciendo la continuidad espacial. Las exteriores son de aluminio color natural y de madera teka las interiores (esta madera se utiliza para la mayoría de los muebles hechos a medida). Por su parte, el tercer dormitorio tiene un cerramiento flexible sobre la circulación privada que permite abrirlo completamente e integrarlo a ésta para ampliar su superficie y usarlo como estar o sala de juegos. Las pocas divisiones interiores y la flexibilidad está en concordancia con su uso de carácter temporario.

Sobre el acceso, la iluminación embutida permite crear un hall natural en la noche al iluminar desde abajo el follaje de un árbol ubicado sobre el frente.

“Si nos ubicamos en un punto frente a la fachada principal podemos construir una continuidad virtual con la mirada y trazar una secuencia entre cinco paisajes”, explica la autora y establece la siguiente interpretación: uno de esos paisajes es el público que define la escala del espacio social, donde sobresale un monte de eucaliptus y nogales que aparecen como telón de fondo. Otro, más reducido, está acotado por la arquitectura del patio, donde las especies elegidas dan cuenta de las estaciones del año. Luego está el paisaje interior, un espacio de intimidad vinculado a una galería donde la sucesión de dibujos geométricos median con el último de estas cinco composiciones: el patio, un espacio privado más extenso.

La mirada de afuera hacia adentro se bloquea, mientras que desde adentro hacia afuera la conexión es permanente, incluso desde el contrafrente que se abre completamente al Norte. “Esta fachada principal contiene en su espesor de quebracho y en su potencia de hormigón, la sombra de los árboles, el brillo del sol, el vaivén del viento y del agua de lluvia descendiendo. Es una casa de llanura donde el orden de la estructura, la austeridad y nobleza de los materiales, la mesura de las proporciones y la suavidad de los gestos terminan de completar un todo”, afirma Klotzman.

La G493 también formó parte del catálogo de la Bienal Internacional de Arquitectura Argentina de Córdoba 2014, de la Bienal de Arquitectura de Quito y fue seleccionada para la segunda vuelta de los premios SCA-CPAU.

Casa G493

Proyecto y dirección técnica: Arquitecta Ana Lina Klotzman. Colaboradores: Arquitectos Pablo Makler y Gabriel Makler; Sebastián Vizzo. Paisajismo: Loess. Cálculo estructural:Ingeniero Luis Stecca. Constructora: Mecsa. Fecha de proyecto: 2010. Fecha de ejecución:Noviembre 2010 / abril 2012. Superficie del terreno: 1200 m2. Superficie cubierta: 148,26 m2. Superficie semicubierta: 78,10 m2. Ubicación: Calle Los Nogales, Unidad 493, Kentucky Club de Campo, provincia de Santa Fe.

Guadalajara, México: un edificio comunitario de muros de bahareque y celosía de carrizo


Desarrollado por los arquitectos del Colectivo bma en Barranca de Huentitán,Guadalajara, este proyecto le entrega un nuevo edificio de alojamiento y reunión al Instituto Mexicano para el Desarrollo Comunitario (IMDEC).
Las nuevas instalaciones -que fueron levantadas en tan sólo dos jornadas de trabajo y más de 100 voluntarios-, se construyen a partir de una estructura base de hormigón,muros de bahareque (cañas entretejidas y barro) y una celosía de carrizo entretejido (de la familia del bambú), que recorre gran parte de su perímetro.



El proyecto fue concebido y simplificado en relación a tres factores clave:
  • El entorno educativo que proveían los talleres de auto-construcción que se desarrollan en sitio y su relación con materiales sustentables; optando por utilizarbahareque, un sistema constructivo compuesto de carrizo entretejido y cubierto con una mezcla de tierra húmeda y paja.
  • El presupuesto limitado, el apremio por su realización y la participación de voluntarios en su construcción; tomando está condición como oportunidad parafortalecer el vínculo entre el elemento arquitectónico y la comunidad, planear su versatilidad y permitir su apropiación.
  • El favorecido clima y el espléndido entorno natural; lo que permitió desarrollar una edificación abierta.

Contando con un emplazamiento privilegiado en lo alto de una barranca, se procuró replegar el desplante del edificio dando la espalda a la urbanidad de forma que la presencia del paisaje montañoso y su escala acompañaran siempre las visuales.
El pabellón se extiende en dos alas de dormitorios con baños y servicios para brindar alojamiento a 20 personas (actualmente apropiado y acondicionado para 33, sin contar los que duermen en petate) y un área común de doble altura, completamente abierta, que sirve de centro de reunión -enmarcando la fuga a la barranca- y como escenario elevado para multitudes a campo abierto.

Las articulaciones a este espacio alojan el eje único de pasillos que atraviesa el proyecto permitiendo conservar el sentido de “dormir en bola”, que refiere al acompañamiento de los participantes y su relación como grupo, y un patio de tierra con acceso a la plataforma superior la cual sirve de mirador (también apropiado como punto de reunión y área de campamento).
En su estructura el proyecto se desarrolla entre plataformas y pilares de concreto que interceptan la topografía, procurando el ingreso libre en cualquier punto de encuentro. Entre el sembrado de pilares se disponen marcos de madera modulares conformando los muros de bahareque con puertas y ventanas tejidas en palma.

En el perímetro y a manera de protección contra el viento y la perdida de calor, lo envuelve una celosía de carrizo entramado que reivindica al concreto y le comparte identidad. Escaleras y detalles en el tradicional ladrillo de lama proporcionan la fortaleza reconocida localmente y su relación terrosa, esa que siempre da confianza.

El proceso constructivo tuvo que ser planeado para ser terminado en dos etapas, cada una concluida con una jornada de trabajo de dos días donde 100 voluntarios ajenos a la construcción terminarían la obra. En repetidos periodos de tres meses la construcción de plataformas y pilares de concreto, instalaciones y elementos técnicos fueron terminados, dejando una estructura completamente desnuda y lista para su intervención.
Ya próximos al evento de cierre de obra, los marcos de madera con entramado de carrizo fueron preparados, los tejidos de palma recibidos y el montículo de tierra y paja listo para el pisoteado.
Con tanta gente y tan pequeña obra se requirió de un esfuerzo destacado de los colaboradores del proyecto para organizar los grupos de trabajo; posicionamiento de paneles, preparación y acarreo de mezcla, entortado de muros, fijación de puertas y ventanas, empedrado... y por supuesto, preparación de los alimentos para la jornada de dos días.
El proceso resulto todo un éxito, en dos días y en dos ocasiones se celebró con éxito una acción colectiva de gran valor significativo y satisfacción personal, cerrando el evento con el entierro de una cápsula de tiempo en el patio central con las firmas de los participantes para conmemorar el esfuerzo.
El edificio prueba su desempeño e integración gracias al uso honesto de sus materiales, haciendo alarde de su envejecimiento familiar y apropiándose del espacio como transición entre el exterior e interior.
Pabellón de alojamiento CEDE Arquitectos: Colectivo bma / Francisco Martínez de Patio.workshop + Pedro Bravo de BA arquitectos 
Ubicación: Barranca de Huentitán, Guadalajara, Jalisco, México
Construcción: Pedro Bravo, Francisco Martínez, Sandy Minier, Javier Reyes, Gerardo Monroy + 100 voluntarios
Método constructivo: Concreto reforzado, aparejo de piedra y ladrillo de lama, bajareque, entramado de carrizo y tejido de palma
Año proyecto: 2013 
Área: 375 m2 
Cliente: IMDEC, Instituto Mexicano para el Desarrollo Comunitario 
Fotografías: Pedro Bravo, Sofía Hernández, Francisco Martínez